IU protagoniza un acto sin precedentes en el Congreso de Diputad@s o “como entrar en el Parlamento como Dios manda”
Los diputados de Izquierda han sido los primeros en la historia de la Cámara que han renunciado al fondo de pensiones privado que paga el Congreso a los parlamentarios. Como no hay precedentes de renuncia, la Mesa de la Cámara tendrá que decidir cómo tramita la renuncia.
Esta decisión es coherente con la posición que han mantenido durante la campaña de defensa del sistema público de pensiones y no de los modelos privados de provisión social.
El fondo de pensiones es una póliza gestionada por el BBVA y son las Cortes, con cargo a su Presupuesto, las que aportan por cada uno de sus parlamentarios un 10% de la asignación constitucional, idéntica para todos –unos 281 euros al mes–, y durante todo su mandato.
El diputado electo por Málaga, Alberto Garzón, ha declarado que «es una cuestión moral, porque consideramos que debemos evitar formar parte de un espacio financiero altamente especulativo... el papel de los fondos de inversión en el mundo moderno ha sido creciente y muy desestabilizador... es inadmisible que el Congreso empuje a los diputados a contratar un plan de pensiones privado (con BBVA), más aún cuando lo que tenemos que hacer es luchar por fortalecer el sistema público de pensiones».
Se trata de otro ejercicio de coherencia personal, ideológica y ética de las y los representantes de las personas de izquierdas. El primer paso ya lo había dado Julio Anguita, ex-coordinador general de IU, al renunciar a la pensión máxima que le correspondía por sus 7 años como parlamentario alegando que con la jubilación de su puesto de empleo anterior, maestro de escuela, ya tenía bastante. Ahora nuestro grupo parlamentario sigue abriendo vías alternativas para la política y para dar ejemplo a los hipócritas defensores de la austeridad para los otros, no para ellos.
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